jueves, 12 de febrero de 2009

Sobre shopaholics

NY es causante de una de las enfermedades más conocidas de este siglo, el "shopaholismo" (algo así como la adicción a comprar). Y puedo afirmar que, en las visitas que he recibido, todavía no he visto ningún caso que no haya presentado algún síntoma de la enfermedad.
Con algunos extremos, los patrones de conducta son generalmente muy parecidos: los primeros días (que a veces son solo medio dia) son pocos los que no caen en la tentación, debido a que todavía siguen bajo el efecto de la multiplicación (para convertir el dólar a la moneda local). Por eso intentan hacer de las visitas a los locales algo más exploratorio y preguntan cuando y dónde conviene comprar.
Luego de visitar un par de tiendas y comprobar que, pese a multiplicar, los precios siguen siendo bajos empieza el primer bajón que los llega a comprar (de manera un poco descontrolada). He visto gente volver con 5 o 6 bolsas de compras a los apenas 2 o 3 días de haber llegado, cuando a la mañana habian afirmado no necesitar nada.
Obviamente, el ritual prosigue con la muestra de la presa. Explicando en cada caso el valor original al que estaba la prenda y el valor por el que se la compró. Muchas veces se usa el redondeo para abajo, especialmente en el caso de las mujeres, que parecen no ver el engañoso .9999 al que nos tienen apresados los marketineros. Luego de la exhibición, se pueden prescenciar 2 conductas habituales: 1. Expresiones de culpa por haber gastado, que son consoladas con una autopromesa de "no voy a comprar nada más hasta que me vaya". (cosa que todos sabemos, aún la propia adicta, que no es verdad)
2. Calculos financieros, analizando cuanto gastaron, cuanto les queda, cómo van a pagar el resto de las compras, qué tarjeta van a usar, cuando cobran el aguinaldo, etc,etc...
Luego de este primer bajón de compras, pareciera que la paz vuelve a reinar y por lo general el día siguiente es dedicado a algún paseo cultural o turístico que no incluya shopping (como parte de limpiar la culpa anteriormente mencionada). Aunque cabe aclarar que los museum stores son lugares de recaidas frecuentes...
A medida que van terminando los días de vacaciones, y se acerca la fecha de partida, el shopaholic síndrome vuelve a aparecer con más intensidad. "No voy a tener tiempo de comprar todo lo que quiero!!! No compré nada y ya me voy!, Que le llevo a menganito y fulanita!" y las exclamaciones pueden seguir in eternum.
Algunos recurren a los listados de compras para no perder el foco y como arma de defenza de la enfermedad. Otros proclaman que no van a llevar nada a nadie y a último momento compran un regalo y terminan comprando hasta para el perro.
Hay casos, en los que las compras que se hicieron para si mismos, son reconvertidas en regalos para familiares y amigos. El armado de la valija con todas las compras, pesandolas para no pagar exceso o la compra de una valija extra para meter todo lo que se adquirió merecen un post aparte que quedará para otra ocasión.
Abajo les adjunto el trailer de una nueva película que acaban de estrenar sobre el tema: Confesiones de una Shopaholic

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